Early Stage

La tokenización inmobiliaria supera los 4.000 millones de dólares y se consolida como megatendencia en 2025

05/06/2025 - ⏱️ 2 min

En apenas cinco años, la tokenización de activos reales ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad tangible con cifras de escala significativa. El segmento inmobiliario, tradicionalmente caracterizado por su baja liquidez y alta fricción operativa, ha sido uno de los grandes beneficiarios de esta transformación digital. Según datos recientes de Boston Consulting Group y 21.co, el volumen total de activos reales tokenizados en blockchain supera ya los 17.000 millones de dólares, de los cuales se estima que más de 4.000 millones corresponden directamente a real estate.

Este crecimiento no es fruto del azar. Detrás del fenómeno convergen tres vectores potentes: la madurez tecnológica de las infraestructuras blockchain, el entorno de tipos altos que revaloriza activos reales frente a renta fija, y un apetito inversor creciente por productos líquidos, trazables y accesibles globalmente.

De Miami a Frankfurt: radiografía del nuevo mercado

Los primeros pasos de la tokenización inmobiliaria se dieron en 2019 con casos experimentales en EE. UU. y Suiza. Hoy, en cambio, hablamos de un fenómeno transversal con presencia creciente en Asia (Hong Kong, Singapur), Oriente Medio (Dubai), Europa Central (Alemania, Suiza) y Estados Unidos.

En Dubai, por ejemplo, el gobierno ha impulsado la creación de una plataforma pública de tokenización inmobiliaria integrada con el XRP Ledger, orientada a captar inversión extranjera sin fricción operativa. En Frankfurt, plataformas como BrickMark ya gestionan decenas de millones en tokens respaldados por edificios comerciales. En Estados Unidos, la tokenización de fondos del Tesoro por parte de BlackRock y Franklin Templeton ha servido de catalizador para que promotores inmobiliarios empiecen a emitir tokens vinculados a portfolios de rentas residenciales y comerciales.

Un caso reciente es el de RealT, startup estadounidense que permite adquirir fracciones de viviendas en Detroit o Chicago desde apenas 50 dólares. En paralelo, plataformas institucionales como Securitize o Tokeny han establecido acuerdos con gestoras para emitir valores inmobiliarios regulados en blockchain con ISIN europeo, integrables en custodios y sistemas tradicionales.

Liquidez, trazabilidad y acceso: el nuevo mantra de los inversores

El atractivo de los tokens inmobiliarios va más allá de lo tecnológico. Para el inversor profesional, representan una vía para acceder a activos ilíquidos con la posibilidad de revender en mercados secundarios regulados. Para los promotores, supone automatizar procesos de emisión, reducir costes legales y ampliar el abanico geográfico de captación de capital.

El analista de real estate digital de CB Insights, Daniel Kim, lo resume así:
"Tokenizar un edificio no es solo digitalizar sus participaciones. Es permitir que inversores de París, Dubai y Bogotá co-inviertan, cobren rentas en stablecoins y revendan sin fricción bajo normas comunes."

En este sentido, las plataformas con enfoque compliance-first (cumplimiento normativo desde el diseño) se están imponiendo frente a iniciativas puramente cripto. La integración con sistemas KYC, custodia de activos digitales regulada (como Fireblocks o BitGo), y emisión de valores bajo el Reglamento de Folletos o MiCA en Europa, están convirtiendo la tokenización en un canal legítimo y sólido de financiación alternativa para el sector inmobiliario.

¿Hacia un mercado de trillones?

Un informe de Boston Consulting Group publicado en marzo de 2024 proyectaba que el mercado global de activos reales tokenizados podría alcanzar los 16 billones de dólares en 2030 en su escenario base. El segmento inmobiliario representaría entre el 30 % y el 40 % de ese total. La cifra contrasta con los aproximadamente 4.000 millones actuales, lo que implica un margen de crecimiento x100 en apenas cinco años.

El reto, sin embargo, sigue siendo doble: armonización regulatoria y madurez de mercado secundario. Aunque Europa ha dado pasos relevantes con MiCA, y EE. UU. explora modelos híbridos entre tokens y valores tradicionales, aún no existe un marco internacional común que permita la interoperabilidad de estos activos a escala global. Asimismo, la liquidez secundaria —salvo en algunos entornos institucionales privados— sigue siendo limitada.

El papel de España: ¿llegamos tarde?

España cuenta con condiciones favorables: un mercado inmobiliario profesionalizado, fuerte atracción de capital extranjero, y talento técnico. Sin embargo, los actores locales aún están lejos del liderazgo que muestran otros hubs europeos. Salvo contadas excepciones, como algunas plataformas de crowdlending que están explorando la emisión tokenizada bajo marco CNMV, la mayoría del ecosistema sigue en fase exploratoria.

El punto de inflexión podría llegar con la implementación plena de MiCA y el desarrollo de un sistema multilateral de negociación de valores tokenizados que permita dar liquidez real y control a este tipo de productos, tal como se plantea ya en algunas jurisdicciones.

La tokenización inmobiliaria ya no es una utopía. Es un mercado que, aunque aún pequeño en volumen comparado con los trillones del real estate tradicional, ha demostrado capacidad de atraer capital, innovar modelos de negocio y ofrecer ventajas estructurales a largo plazo. El desafío ahora es escalar sin perder rigor: integrar normativas, custodiar activos con seguridad y desarrollar mercados líquidos donde el ladrillo digital pueda circular con la misma confianza que el ladrillo físico.

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