El mercado global de activos tokenizados supera los 17.000 millones de dólares: el real estate representa más del 30 % del total
11/06/2025 - ⏱️ 2 min
El volumen total de activos tokenizados en mercados secundarios regulados ha superado esta semana los 17.000 millones de dólares, según los últimos datos recopilados por CoinGecko y Tokeny. Este hito marca un punto de inflexión para un sector que, hasta hace poco, era considerado marginal y experimental dentro del universo de las finanzas digitales.
La cifra incluye tanto activos del mundo financiero tradicional (bonos del Tesoro, acciones tokenizadas, ETFs) como del mundo físico, con un papel cada vez más destacado del sector inmobiliario. De hecho, más del 30 % del volumen actual corresponde a real estate tokenizado, una categoría que ha crecido un 240 % en los últimos doce meses, impulsada por nuevas plataformas, marcos regulatorios más claros y la entrada de capital institucional.
Real estate tokenizado: del piloto al mercado institucional
El avance del real estate tokenizado ha sido especialmente llamativo. En mercados como EE. UU., Emiratos Árabes Unidos y Alemania, decenas de proyectos están ya operando bajo modelos regulados, con emisión de tokens representativos de participaciones societarias (equity) o instrumentos de deuda respaldados por activos reales.
Casos como los de RealT en Estados Unidos, Propchain en Dubái, o Tangible en el Reino Unido han demostrado que el modelo no solo es viable, sino cada vez más competitivo frente a las vías tradicionales de financiación y acceso al capital. Estos tokens permiten invertir desde apenas 10 dólares, generan ingresos pasivos vía alquileres y, en muchos casos, pueden revenderse en mercados secundarios, ofreciendo liquidez a un activo históricamente ilíquido.
El crecimiento se apoya también en la aparición de custodios especializados, oráculos de datos fiables y plataformas de compliance automatizado como Tokeny, Polymesh o Chainlink, que ofrecen un ecosistema técnico y legal cada vez más robusto.
El empuje institucional y el giro regulatorio
Según un informe reciente de Boston Consulting Group, el volumen tokenizado global podría alcanzar los 16 billones de dólares en 2030 si se consolida la digitalización de activos tradicionales. La firma estima que entre el 30 % y el 40 % de ese volumen corresponderá a real estate, dada su naturaleza intensiva en capital, estructura de rentas predecibles y dificultad histórica para ser fraccionado y negociado a escala global.
Uno de los factores determinantes de este salto cuantitativo ha sido la evolución regulatoria. Jurisdicciones como Suiza, Liechtenstein, Luxemburgo y Emiratos han aprobado leyes específicas que permiten reconocer legalmente los tokens como instrumentos representativos de propiedad, deuda o derecho de cobro. En paralelo, organismos como la SEC o la FINMA han publicado guías detalladas que permiten estructurar emisiones de forma segura y transparente para el inversor minorista.
En Europa, la entrada en vigor del reglamento MiCA (Markets in Crypto Assets) en 2024 también ha generado un entorno más predecible para los emisores. Aunque aún quedan lagunas, el nuevo marco aporta seguridad jurídica y define roles claros para emisores, custodios y proveedores de servicios.
Un mercado aún pequeño, pero con dinámica exponencial
A pesar del crecimiento, el volumen de activos tokenizados sigue siendo marginal si se compara con el tamaño total de los mercados financieros o inmobiliarios. El real estate global representa más de 300 billones de dólares en valor, por lo que los cerca de 5.000 millones tokenizados suponen apenas un 0,0016 %. Sin embargo, el ritmo de crecimiento es exponencial y cada vez más respaldado por actores tradicionales.
Grandes bancos como JPMorgan, HSBC o Santander han realizado pruebas piloto con activos tokenizados. Fondos como Franklin Templeton o KKR han emitido participaciones tokenizadas de fondos mutuales o fondos de deuda privada. Incluso BlackRock ha anunciado recientemente su interés en la tokenización de ETFs para mejorar eficiencia operativa y trazabilidad.
El real estate tokenizado ya no es una curiosidad: es una nueva clase de activo en formación
La narrativa ha cambiado. Lo que antes era un experimento de nicho ahora comienza a adquirir el perfil de una nueva clase de activo en formación. Para los inversores minoristas, representa acceso, fraccionamiento y rendimientos diversificados. Para los institucionales, ofrece eficiencia, control y nuevas vías de distribución.
Con 17.000 millones en activos tokenizados, el mercado ha alcanzado una masa crítica. Y si las previsiones de BCG y Citi se cumplen, el escenario está listo para que el real estate digitalizado pase de ser una alternativa exótica a convertirse en un componente estructural del portafolio global del siglo XXI.
Suscríbete a nuestra lista de embajadores de forma gratuita y accede antes que nadie a proyectos seleccionados en el mercado inmobiliario.