Las grandes inmobiliarias españolas apuestan por activos no tradicionales para diversificar su crecimiento
09/06/2025 - ⏱️ 2 min
Cambio de rumbo ante la saturación del mercado tradicional
El sector inmobiliario español atraviesa una transformación estratégica. Las principales cotizadas —Merlin Properties, Colonial, GMP Property y Torre Rioja— han comenzado a invertir en activos no tradicionales, como centros de datos, espacios de laboratorios y viviendas de media estancia. Este giro responde tanto a oportunidades de rentabilidad como a un intento de blindarse ante los riesgos cíclicos del real estate clásico.
Tras una década centrada en oficinas y logística, los retornos en estos segmentos se han estrechado: oficinas core en Madrid y Barcelona ofrecen entre un 3,5 % y un 4 %, mientras que los data centers o laboratorios superan el 6 %, según Savills y CBRE.
Los grandes grupos buscan ahora nichos donde aplicar su músculo financiero y conectar con la digitalización, la ciencia y la movilidad laboral flexible.
Centros de datos: de sector técnico a apuesta estratégica
Merlin Properties ha liderado esta transición. En 2023, constituyó una joint venture con Edged Energy para desarrollar cuatro centros de datos en España y Portugal. El primero, en Madrid, ya opera ofreciendo servicios de nube a clientes corporativos y públicos.
Estos activos combinan inmuebles físicos con servicios tecnológicos de alto valor añadido. Requieren alta conectividad, refrigeración y resiliencia energética, pero aseguran contratos largos y rentas recurrentes.
Colonial, aunque menos visible, estudia alianzas para desarrollar infraestructuras tecnológicas urbanas en zonas clave como el 22@ de Barcelona o el CBD madrileño.
Vivienda flexible y laboratorios: los nuevos actores del portfolio
GMP ha apostado por el ‘flex-living’, desarrollando vivienda de media estancia para profesionales móviles y nómadas digitales. Este producto híbrido entre coliving y vivienda ejecutiva resulta más rentable y resiliente que el alquiler tradicional.
Torre Rioja, por su parte, ha cerrado acuerdos con universidades y firmas biotecnológicas para crear espacios de investigación y laboratorios. En Madrid ya hay proyectos piloto en marcha orientados a ciencias de la vida.
Lo que define ahora la calidad de un activo no es solo su ubicación, sino su función y vinculación con cadenas de valor emergentes.
De la rentabilidad inmediata al valor estratégico
Esta diversificación no solo busca maximizar retorno financiero, sino posicionar las carteras en sectores con futuro. Con los tipos de interés estabilizados y la rentabilidad prime normalizada, la diferenciación es clave.
Los gestores patrimoniales valoran la conexión con sectores como digitalización, transición energética, ciencia o trabajo híbrido. Las inmobiliarias cotizadas han entendido que la innovación ya no es una amenaza, sino un generador de valor estructural.
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