Elche lidera la escalada del alquiler en España con un repunte del 43 % en solo un año en proyectos de tokenización
29/05/2025 - ⏱️ 4 min
La ciudad alicantina de Elche se ha convertido en el epicentro de la tensión inmobiliaria en el sureste peninsular. Según los últimos datos publicados por Idealista y difundidos por Cadena SER, el precio medio del alquiler en la ciudad ha alcanzado los 8,4 euros por metro cuadrado, lo que representa un aumento del 43 % interanual, el mayor registrado en toda la Comunidad Valenciana.
El repunte ha superado incluso las dinámicas de capitales tradicionales como Valencia o Alicante, impulsado por un fuerte desequilibrio entre oferta y demanda, un aumento sostenido de la población joven local, y la creciente presión de la demanda procedente de compradores e inquilinos extranjeros desplazados de la costa.
Un mercado local bajo tensión estructural
Históricamente más asequible que otras ciudades del litoral mediterráneo, Elche ha experimentado en los últimos dos años una transformación profunda de su perfil inmobiliario. La oferta de vivienda en alquiler ha caído cerca de un 25 % desde 2022, debido tanto a la conversión de inmuebles al uso turístico como a la retirada de propiedades del mercado por parte de pequeños tenedores ante la inseguridad regulatoria.
Al mismo tiempo, la demanda ha crecido de forma inorgánica. La combinación de retornos migratorios, teletrabajo, y trasvase de residentes de ciudades más caras como Alicante o Torrevieja ha acelerado el proceso. Esta presión se ha canalizado, sobre todo, hacia barrios como Altabix, Carrús o el centro histórico, donde los precios han alcanzado máximos históricos.
Impacto económico y social
El encarecimiento del alquiler está teniendo efectos palpables sobre la estructura económica de la ciudad. Comercios de proximidad y empresas industriales locales, que tradicionalmente se beneficiaban de una base laboral residente y asequible, enfrentan ahora dificultades para captar y retener talento joven. La falta de vivienda asequible está generando, además, un aumento de la movilidad forzosa hacia municipios periféricos como Crevillente o Aspe.
Organizaciones sociales locales han alertado de un aumento del 17 % en los casos de solicitudes de asistencia por dificultades de pago de vivienda, mientras que el Ayuntamiento ha reactivado su plan de vivienda protegida tras años de inactividad. No obstante, los expertos advierten que los nuevos desarrollos no estarán disponibles antes de 2027.
Perspectivas y medidas en evaluación
Elche no es un caso aislado. La presión sobre el mercado del alquiler se replica en otras ciudades intermedias del sur y este de España, como Lorca, Gandía o Requena. Sin embargo, la intensidad del alza en Elche ha reabierto el debate sobre la necesidad de habilitar suelo para uso residencial, revisar las condiciones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), e incentivar la construcción de vivienda en alquiler asequible con participación del capital privado.
Por el momento, las autoridades locales descartan imponer topes al alquiler, aunque reconocen que podrían valorar medidas de contención si se superan ciertos umbrales de rentabilidad o si se incrementa la presión social.
El caso de Elche ilustra cómo el reequilibrio del mercado inmobiliario español no se limita a las grandes capitales, sino que está tomando forma en ciudades de tamaño medio, donde el margen de actuación institucional es más reducido y la respuesta del sector privado más lenta.
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