Las diputaciones forales estudian bonificar inversiones en real estate digital para residentes en Euskadi
23/05/2025 - ⏱️ 3 min
El Gobierno Vasco y las diputaciones forales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa están estudiando la posibilidad de introducir bonificaciones fiscales específicas para inversiones realizadas a través de plataformas digitales de real estate reguladas, según ha podido saber MVI Noticias en conversaciones con fuentes del entorno de la Hacienda Foral de Bizkaia. La medida, aún en fase preliminar, forma parte de una estrategia más amplia para estimular el ahorro productivo, canalizar inversión hacia activos reales y fomentar el arraigo patrimonial local.
El planteamiento inicial incluiría deducciones en el IRPF o reducción de tipos efectivos sobre rendimientos obtenidos por personas físicas residentes en el País Vasco que inviertan en proyectos inmobiliarios a través de plataformas autorizadas por CNMV o equivalentes europeos bajo el Reglamento ECSPR.
Una vía para dinamizar la inversión minorista local
El esquema vasco de concierto económico otorga a sus diputaciones amplia autonomía para definir su política fiscal, especialmente en el ámbito del IRPF y la fiscalidad patrimonial. En los últimos años, se han aprobado bonificaciones para inversiones en empresas locales, I+D o fondos sostenibles, y ahora se plantea extender ese marco al real estate digital.
Entre las fórmulas que se están valorando:
- Deducción del 10 % al 15 % en cuota sobre la inversión inicial, con límites anuales.
- Reducción del 50 % sobre los rendimientos netos obtenidos durante un periodo mínimo de mantenimiento (3-5 años).
- Bonificación sobre plusvalías generadas por participaciones fraccionadas en SPVs o tokens, si se reinvierten en proyectos similares.
Estas ventajas fiscales podrían aplicarse tanto a inversiones en activos localizados en Euskadi como, potencialmente, a proyectos nacionales canalizados por plataformas con sede o estructura fiscal foral.
¿Qué busca el Gobierno Vasco con esta propuesta?
El objetivo principal es canalizar el ahorro local hacia activos productivos y reales, con lógica patrimonial y bajo riesgo especulativo. En un entorno de tipos de interés en descenso y volatilidad en los mercados financieros, la inversión inmobiliaria fraccionada aparece como una alternativa intermedia entre liquidez, diversificación y estabilidad.
Además, se quiere:
- Atraer talento inversor joven, vinculado a nuevas tecnologías y plataformas digitales.
- Impulsar proyectos de regeneración urbana o vivienda asequible en el entorno local.
- Establecer una fiscalidad moderna, adaptada a la realidad de la inversión minorista del siglo XXI.
Implicaciones para plataformas como MVI
Si estas medidas se consolidan, Euskadi podría convertirse en una de las jurisdicciones más favorables de Europa para invertir en real estate digital con beneficios fiscales. Para plataformas como MVI, esto supondría:
- Posibilidad de diseñar productos exclusivos para residentes vascos, con ventajas competitivas claras.
- Incentivo a abrir sucursales o estructuras fiscales forales.
- Atracción de volumen de inversión patrimonial a largo plazo, más estable y con menor rotación.
Asimismo, podría abrir la puerta a colaboraciones con promotores locales o entidades públicas forales, con coinversión en proyectos de vivienda, rehabilitación o infraestructuras urbanas.
¿Puede extenderse este modelo a otras regiones?
El País Vasco ya ha actuado en el pasado como laboratorio fiscal en materia de capital riesgo, inversión sostenible o I+D. Si esta fórmula demuestra efectividad, otras comunidades con autonomía fiscal parcial —como Navarra o incluso algunas autonomías con regímenes especiales— podrían replicarla, especialmente si se articula con fondos europeos o planes de regeneración urbana.
También podría impulsar al Gobierno central a considerar medidas similares a nivel nacional, en línea con los objetivos de canalizar ahorro minorista hacia economía productiva y activos sostenibles.
Conclusión: fiscalidad, tecnología y arraigo local
La posible bonificación de inversiones digitales inmobiliarias en Euskadi es una muestra de cómo la fiscalidad puede adaptarse a los nuevos vehículos financieros sin renunciar al control, la seguridad jurídica ni el impacto económico local.
En un momento en que los pequeños inversores buscan proteger su capital con lógica patrimonial, las ventajas fiscales pueden ser la clave para consolidar el real estate digital como clase de activo relevante, transparente y accesible.
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