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Crowdlending inmobiliario: ¿una alternativa sólida a los depósitos bancarios en 2025?

19/05/2025 - ⏱️ 2 min

Con los tipos de interés oficiales aún en máximos de la última década y una inflación que, aunque moderada, sigue por encima del objetivo del 2 % en buena parte de Europa, el pequeño ahorrador busca alternativas que combinen seguridad, liquidez y rentabilidad real.

En ese contexto, el crowdlending inmobiliario se está consolidando como una vía cada vez más popular para poner a trabajar los ahorros sin asumir la volatilidad de los mercados financieros tradicionales.

Frente a los depósitos bancarios, que siguen ofreciendo remuneraciones reales negativas, el crowdlending permite invertir en préstamos respaldados por activos inmobiliarios con rentabilidades del 7 % al 11 % anual, según riesgo, duración y prioridad del préstamo.

Cómo funciona el crowdlending inmobiliario

El modelo es simple: el inversor presta dinero a un promotor o desarrollador a través de una plataforma online autorizada, y recibe un interés pactado. El capital se devuelve al vencimiento (6-36 meses), y el préstamo suele estar respaldado por una garantía real como hipoteca, prenda o cesión de derechos económicos.

Para el promotor, permite financiar fases concretas de un proyecto sin depender íntegramente de la banca. Para el inversor, significa acceso desde importes bajos (10 €–1.000 €) y una visibilidad razonable del flujo de caja.

Comparativa con depósitos y bonos

Plataformas, regulación y protección del inversor

Desde el Reglamento ECSPR de 2021, las plataformas deben cumplir con normas europeas de transparencia, gobernanza y análisis de riesgos. En España, destacan Urbanitae, Wecity, Inveslar y StockCrowd IN.

Algunas plataformas aplican scoring externo, filtros de selección exigentes y mecanismos de control. Sin embargo, el crowdlending no está cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos, por lo que el inversor debe asumir el riesgo de impago y analizar bien cada operación.

¿Para qué perfil de inversor?

Ideal para un inversor conservador con horizonte de 1–3 años, que busca diversificar fuera de la bolsa y generar renta predecible. También útil como herramienta de gestión de liquidez a corto plazo, si se eligen proyectos con garantías sólidas y vencimientos breves.

Encaja en carteras que incluyen renta fija privada respaldada por activos reales, especialmente cuando se combinan distintos préstamos para diversificar el riesgo.

Conclusión: una herramienta útil si se usa con criterio

El crowdlending inmobiliario no sustituye al depósito bancario, pero sí lo complementa como vía de rentabilidad real y exposición directa a la economía productiva.

Requiere análisis, diversificación y una buena lectura del riesgo, pero en manos informadas puede aportar valor tanto a pequeños ahorradores como a inversores intermedios.

A medida que el mercado madura y las plataformas reguladas se consolidan, es probable que esta fórmula siga ganando espacio en las carteras de los nuevos inversores digitales.

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