Bilbao se consolida como destino de inversión en oficinas sostenibles
21/05/2025 - ⏱️ 3 min
Mientras muchas ciudades europeas viven un reajuste en su mercado de oficinas, Bilbao está consolidándose como un polo atractivo para la inversión en edificios sostenibles y de última generación. La capital vizcaína ha pasado en los últimos tres años de ser una ciudad con peso industrial y administrativo a convertirse en un referente en reconversión urbana, sostenibilidad y captación de capital institucional, especialmente en el segmento de oficinas prime.
Según datos de Cushman & Wakefield (abril 2025), Bilbao ha registrado en el último año un aumento del 23 % en la inversión en activos de oficinas, y más del 70 % del capital captado se ha dirigido a edificios con certificaciones sostenibles (LEED, BREEAM o WELL). Todo apunta a que la ciudad ha sabido aprovechar su transformación urbanística y su estrategia ESG para atraer tanto a empresas como a inversores.
Un ecosistema urbano bien conectado
Bilbao cuenta con un equilibrio difícil de encontrar en otras ciudades españolas: un centro urbano compacto, bien conectado, con bajos niveles de vacancia y una planificación pública coherente a largo plazo. A diferencia de otros mercados sobreofertados, el parque de oficinas en Bilbao es limitado y está en proceso de modernización selectiva.
Zonas como Abandoibarra, Zorrotzaurre y el entorno de Gran Vía concentran los desarrollos más atractivos, con edificios de nueva construcción o rehabilitados para adaptarse a las nuevas demandas post-COVID: espacios flexibles, buena ventilación, accesos multimodales y eficiencia energética.
Promotores como Iberdrola Inmobiliaria, Neinor Office o Grupo Inbisa están desarrollando proyectos que combinan rentabilidad, diseño y cumplimiento normativo europeo en materia ESG, un aspecto clave para fondos internacionales y vehículos cotizados.
¿Qué busca el capital institucional?
Los fondos que están entrando en Bilbao no buscan operaciones especulativas ni activos de rotación rápida. El perfil es claro: capital patrimonialista, con horizonte largo y enfoque en edificios sostenibles con contratos sólidos.
Entre los criterios que priorizan:
- Certificaciones verdes (mínimo BREEAM Very Good).
- Inquilinos ancla con contratos a largo plazo.
- Rentabilidades netas estables por encima del 5,5 %.
- Potencial de revalorización ligado a mejora urbana o incremento de ocupación.
Además, el tamaño medio de las operaciones —entre 5 y 25 millones de euros— lo convierte en un mercado accesible para gestoras medianas o plataformas de coinversión, especialmente en modelos de club deal o SPVs fraccionados.
¿Puede entrar el inversor minorista?
Aunque tradicionalmente las oficinas prime han estado reservadas al capital institucional, la digitalización y la tokenización están abriendo este tipo de activos al inversor minorista, especialmente a través de plataformas reguladas que permiten acceder desde importes reducidos a participaciones en SPVs bien estructurados.
En ciudades como Bilbao, donde los activos son más manejables en escala que en Madrid o Barcelona, se están comenzando a explorar:
- Operaciones fraccionadas en oficinas ya alquiladas, con reparto trimestral de rentas.
- Proyectos de rehabilitación energética con impacto ESG, financiados parcialmente vía crowdlending.
- Participación en vehículos híbridos de renta + plusvalía, con estrategia de rotación a 5-7 años.
Esto abre la puerta a inversores que buscan rentabilidad pasiva, diversificación y exposición a una ciudad con estabilidad y proyección.
Bilbao, más allá del Guggenheim
La marca Bilbao se ha construido sobre el éxito urbanístico del Guggenheim y la regeneración de sus márgenes fluviales, pero hoy va mucho más allá. Con un sector tecnológico en crecimiento, calidad de vida reconocida, universidades de prestigio y una administración proactiva, la ciudad está posicionada para atraer empresas, talento e inversión en sectores de alto valor añadido.
El mercado inmobiliario —especialmente el de oficinas sostenibles— es una pieza central de esa estrategia. Y todo indica que el interés institucional irá en aumento.
Para plataformas como MVI, que buscan ofrecer acceso minorista a oportunidades de calidad, Bilbao representa un mercado con fundamentos sólidos, riesgo contenido y retorno ajustado al perfil del inversor digital a largo plazo.
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