El Banco de España proyecta que la deuda pública cerrará 2025 en el 101,4 % del PIB
18/06/2025 - ⏱️ 2 min
El Banco de España ha actualizado esta semana su cuadro macroeconómico y fiscal para el periodo 2024–2026, en el que proyecta que la deuda pública española se situará en el 101,4 % del PIB al cierre de 2025. Esta estimación representa una ligera reducción frente al cierre de 2024 (estimado en 103,0 %), pero refleja al mismo tiempo una estabilización por encima de los niveles previos a la pandemia, cuando la deuda rondaba el 95 %.
La reducción de estos dos puntos porcentuales se apoyará principalmente en el crecimiento económico nominal, acompañado de unos tipos de interés que —aunque aún elevados— comienzan a moderarse. Sin embargo, el organismo advierte que el descenso de la ratio “no será lineal ni garantizado”, debido a la persistencia de desequilibrios estructurales en las cuentas públicas.
Gasto estructural y presión demográfica
Uno de los factores clave que limitan la capacidad de reducción del endeudamiento es la elevada rigidez del gasto público. El informe señala que más del 70 % del presupuesto está comprometido en partidas no discrecionales: pensiones, sanidad, educación y servicio de la deuda. A esto se suma el efecto del envejecimiento poblacional, que incrementará de forma automática el gasto en pensiones contributivas y dependencia durante la próxima década.
Además, la reciente reforma del sistema de pensiones, que vincula las prestaciones al IPC y ha aumentado las cotizaciones sociales, podría frenar el ajuste fiscal a medio plazo si no se acompaña de medidas adicionales de contención del gasto o de aumento de ingresos estructurales.
Ingresos fiscales y política presupuestaria
El informe estima que los ingresos tributarios crecerán en torno al 4,8 % interanual en 2025, impulsados por el crecimiento del empleo y el consumo. No obstante, el Banco de España insiste en que una parte relevante de este incremento es cíclico y no permanente, por lo que recomienda evitar incrementos de gasto estructural financiados con ingresos transitorios.
En este sentido, plantea revisar ciertos beneficios fiscales, como tipos reducidos de IVA, deducciones ineficientes en el IRPF o exenciones en el Impuesto de Sociedades, con el objetivo de aumentar la base tributaria sin subir tipos nominales. También sugiere reforzar la lucha contra el fraude fiscal y mejorar la eficiencia del gasto público.
Contexto europeo y reglas fiscales
La proyección de deuda se publica en un momento en el que la Comisión Europea ha reactivado las reglas fiscales del Pacto de Estabilidad y Crecimiento tras su suspensión durante la pandemia. Esto implica que España deberá presentar en otoño un plan de consolidación presupuestaria plurianual, con compromisos de reducción del déficit estructural y de contención del gasto primario neto.
Aunque el Gobierno ha insistido en que no habrá recortes y que el ajuste se basará en crecimiento e ingresos, el Banco de España recuerda que el margen de política fiscal se estrecha, especialmente si el entorno macroeconómico se deteriora.
Conclusión: una deuda alta, pero sostenible con condiciones
Pese a los riesgos, el Banco de España considera que la deuda pública es sostenible en el corto y medio plazo, siempre que se mantenga un entorno de tipos controlado, un crecimiento real cercano al 2 %, y una política presupuestaria “prudente, transparente y orientada al medio plazo”.
“España no está en una situación de emergencia fiscal, pero sí ante un momento clave para consolidar la estabilidad presupuestaria”, concluye el informe.
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